A lo largo del tiempo ha habido momentos puntuales, decisiones personales o accidentes que cambiaron la historia de cada deporte. La retirada de Jordan, el fichaje de Rossi por Yamaha, la lesión de Rainey...
Este Jueves asistimos a un intento de realizar algo parecido en la NBA. El producto publicitario por excelencia, un hombre que ha demostrado durante siete temporadas ser incapaz de ganar el anillo con un equipo en torno a él y hecho a su medida, anunció que va a probar el plan B.
LeBacle James se marcha a Miami. Dice que lo hace perdiendo dinero, cosa que no es tan real, ya que en Florida pagará mucho menos impuestos, así que esa supuesta bajada de sueldo es muy relativa.
Por el camino el autoproclamado rey (qué modesto es) ha dejado múltiples odios y decepciones. Cleveland llevaba desde que lo draftearon rendida a sus pies, allí era el que decidía todo, hasta el fichaje de Byron Scott era para contentarlo. Y su estrella, el chico de Ohio, de casa, les ha dejado tirados a las primeras de cambio. Sin dar la opción de contraofertar y sin dejar nada a cambio en los Cavs. Ya empieza a ser el enemigo público número 1 en su estado natal.
New York y Chicago se quedan compuesto y sin estrella. Los Knicks se ha llevado a Stoudemire, pero el rendimiento de éste sin Nash a su lado es toda una incógnita(y personalmente pienso que una decepción), y los Bulls se han quedado con Boozer. Poco premio para dos franquicias que se pasaron más de un año pensando en Lebron y en este Julio de 2010. Los Nets son otros perjudicados en los que un erial es lo único que hay por plantilla...
Y en Florida del Sur Lebron se encontrará con Wade y Bosh. El ego más grande de la NBA intentará vendernos de todo, pero los hechos son los que son. Wade sí que tiene un anillo. Y Wade sí que ha demostrado saber jugar en equipo. El que se sacrifique será él y si consiguen algo habrá que mirar más al 3 que al 6.
Puede que estemos ante una nueva era de la NBA, o puede que veamos el mayor chasco de los últimos años tras el fiasco de los cuatro fantásticos de los Lakers en 2004. Dependerá de los complementos que tenga este Big Three(de momento Mike Miller es un buen refuerzo), pero sobre todo de cómo vayan a jugar. Lamentablemente para James, en un partido de baloncesto sólo hay una pelota, así que pese a que suena muy bien lo del Big Three y la posible nueva dinastía, dejemos que lleguen los partidos para empezar a creernoslo.
Lo que está claro es que la conferencia Este se pone cada vez más dura y que si algunos dudábamos de la motivación de los Lakers para intentar el threepeat, podemos estar tranquilos, Kobe y compañía ya tienen el estímulo que necesitaban para darle el título número 12 al mejor entrenador de todos los tiempos en su última temporada.