Lluvia en soledad

Hay veces en las que la soledad es una necesidad, uno la elige y la utiliza para lo que la necesita, bien sea para pensar, desconectar o simplemente descansar del mundo.

Otras veces en cambio, la soledad te viene impuesta por las circunstancias. Y en esas ocasiones no la disfrutas, la sufres. Ese ha sido mi caso este puente. De golpe todo el mundo se fue, y el puente se me hizo un acueducto. Algunos no estamos hechos para la soledad, pero en determinadas ocasiones viene bien y otras rematadamente mal. Y si en esas ocasiones la gente que te rodea te hace sentir más solo aún es peor todavía...

Miedo me dan las navidades... Espero tener curro para entonces...