martes, 23 de noviembre de 2010

The Cove


No sé si será cosa de la edad, o quizás no tenga nada que ver, pero cada vez me afectan menos cosas... Eso sí, las que me afectan lo hacen de un modo más duro.

Eso me ocurrió el Viernes pasado, me encontraba en casa esperando a que empezara el partido de la NBA y puse el plus para ver algo mientras tanto. Lo que encontré me estemeció, me agarró de las entrañas y aún no me ha soltado.

Estaban emitiendo The Cove, el documental ganador del Oscar 2010 y del premio de la audiencia del festival de Sundance 2009. Uno es de esos que ven los documentales de la 2, que devora el National Geographic y todo lo que huela a David Attenborough y a la BBC. Pero este documental no tiene nada que ver con todo eso, es más cercano a una película de intriga y acción al estilo Ocean's Eleven. En ella nos cuentan como Ric O'Barry (ex-adiestrador de delfines en la serie Flipper) intenta descubrirle al mundo las atrocidades que se realizan en Japón, en concreto en Taiji, donde matan 23.000 delfines al año.

Pero la cinta no cae en la sensiblería gratuita ni el la "tripa" por la tripa. Con O'Barry como conductor, nos van relatando la cantidad de dificultades que se encuentran para poder grabar la matanza de los delfines y el dispositivo que montan con la ayuda de KernerFX (que fuera parte de Industrial Light & Magic) para poder conseguirlo.

Y no se quedan ahí, Louie Psihoyos (director y ex fotógrafo de National Geographic) también se preocupa por mostrarnos las motivaciones económicas de estas matanzas, el desconocimiento que tiene la población japonesa de ellas, el peligro que supone el consumo de carne de delfin por su alto contenido en mercurio y los motivimientos políticos de Japón para que paises manejados por ellos entren en la Comisión Ballenera Internacional y su compra de votos.

En definitiva un gran documental con forma de película que os recomiendo encarecidamente, ya me direis qué os parece.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Historia de la categoría reina del mundial: los 50

El mundial de motociclismo tal y como lo conocemos empezó hace ya más de 60 años, en 1949 las diferentes competiciones nacionales y europeas se agruparon en un campeonato mundial con diferentes categorías. Durantes muchos años los pilotos participaban en más de una categoría (dos, o incluso tres), y rara vez había una evolución ascendente a mayores cilindradas. Fue a partir de finales de los 70 y principios de los 80 cuando los pilotos (a excepción de los americanos y australianos) empezaron a utilizar las categorías pequeñas como una plataforma donde formarse y utilizar su éxito en ellas para subir hasta la categoría reina: 500cc.

Leslie Graham(primer campeón de 500cc en 1949)

Somos muchos los que extrañamos esas motos de dos tiempos tan espectaculares e igualadas, así que a modo de homenaje repasaré la historia de esa añorada categoría por décadas los próximos días.

Cada época ha tenido su dominador o dominadores en 500cc, y mucho han ido cambiando las motos con el paso de los años. Para empezar, durante los 50 y 60 el predominio de motores de 4 tiempos era casi total, y las motos fueron evolucionando de meros derivados de las de serie a auténticos prototipos desarrollados en exclusiva para la competición.



Si hay un primer nombre que se nos viene a la cabeza a la hora de hablar de los grandes campeones de 500 ese es sin duda Geoff Duke. Este inglés fue el primer gran dominador del mundial, ganador de 6 mundiales (4 en 500 y 2 en 350) y 33 carreras (22 en 500 y 11 en 350) fue todo un pionero. No sólo por ser el primer gran triunfador, sino que en una época en la que los pilotos corrían para las marcas de su país, Duke dejó Norton por Gilera en 1953 ante la pujanza del fabricante italiano y volvió a ganar. Lo haría en 1953, 54 y 55, perdiendo el campeonato de 1956 tan solo porque su apoyo a la huelga de pilotos para pedir más dinero le acarreó una sanción de seis meses por parte de la FIM, ya no volvería a ganr ningún mundial más.



Y no lo haría por que al mando de una MV Augusta el joven John Surtees la arrebataría no solo el mundial de 1956, sino el dominio de la categoría.
Con 21 años recibió la llamada del conde Doménico Agusta invitándole a probar sus motos en Monza y Módena. Surtees fue un piloto metódico y minucioso, un gran técnico, y cuando se subió por primera vez a la pesada pero potente MV Agusta 500, sus ajustes y continuas paradas en los boxes estuvieron a punto de sacar de quicio a los italianos. Invirtió mucho, muchísimo tiempo en detalles aparentemente insignificantes: el manillar, el asiento, las manetas… Pero cuando les dijo que la moto estaba a su gusto, apenas le bastaron unas pocas vueltas para batir el récord de la pista. En su primer año con la moto italiana ganó el mundial a pesar de romperse un brazo en la cuarta carrera.
Tras un gris 1957, en 1958 la retirada de Moto Gucci, Gilera y Mondial (las tres marca más importantes hasta aquel momento) dejó a las potentes tetracilíndricas de MV Augusta compitiendo contra las Norton monocilíndricas, y el resultado fue apabullante: tres mundiales seguidos de Surtees en 500 y otros tres en 350 para hacer un total de 7 títulos. Hasta que recibió ofertas de las cuatro ruedas y dejó el mundial de motociclismo por la F1. A día de hoy es el único piloto que ha ganado el mundial de motociclismo y el de formula 1.

Con la marcha de Surtees a los coches legaría una nueva década y nuevos protagonistas, peroeso es otra historia que seguiremos contando otro día...