jueves, 8 de enero de 2009

Déjame vivir con alegría



Soy agnóstico, ni ateo, ni religioso. Eso me hace vivir en una duda constante, recelando de las jerarquías eclesiásticas, pero sin tratar de convencer a nadie.

Me parece mal esta campaña de publicidad importada de Londres. Y me parece mal por el mismo motivo que me parece mal que me pongan carteles de "cristo vive" "dios te ama". Que me dejen en paz, que me dejen pensar y creer lo que me dé la gana. Que no me quieran lavar el cerebro.

No se debe caer nunca en lo que criticas, y pienso que esta campaña cae en uno de las cosas que más detesto de las religiones, su maldita campaña publicitaria constante.

La fe (o la ausencia de ella) debería ser algo íntimo, para el hogar de cada uno. Si no se reuniera gente con las mismas creencias imaginaos cuantos males se habrían evitado a lo largo de la historia...

4 comentarios:

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

No deberían influir en ningún sentido pero desgraciadamente vivimos en una sociedad en la que todo son influencias. Gracias por pasarte por mi blog.

Anónimo dijo...

Pues mira, a mi no me parece tan grave...


Los ateos no dicen ninguna mentira....decir probablemente no es negar ni afirmar algo, simplemente dicen, k por algo k probablemente no existe, no merece la pena preocuparse, y lo k hay k hacer es disfrutar de la vida sin caer en conflictos estupidos religiosos...


Sin embargo ahora los religiosos contratacan con un "dios si existe" o algo asi...osea, k mean fuera del tiesto...como siempre...

danieltone dijo...

estoy contigo telémaco, que nos dejen pensar lo que nos apetezca. también soy agnóstico y no me gusta la campaña publicitaria de ninguna de las dos partes.

Reithor dijo...

si que te ha dado fuerte con la mitología contemporánea... Yo creo que cada cual se puede gastar su dinero en lo que le da la gana. Total, todos tenemos ya una insensibilidad tal a la propaganda y el sobreanunciamiento que qué mas da.

En cuanto al tema en cuestión, yo era agnóstico hasta que rebasó el borde del vaso toda la gente que vive de Dios (y mata en su nombre, generalmente por motivos económicos). Desde entonces me parece mucho más sensato estar en contra que no pasar del tema. Por compensar.

Si no todo acaba con fanáticos que entran con tanques en el país de al lado y "se defienden", cosas así. Todo por culpa de la mitología.