
Dicen que todos los astros tienen un período de vida determinado, que nada dura para siempre, y que hasta el sol al final poco a poco se irá apagando. Saber que algo va a pasar no lo hace menos duro, al revés, sufres el proceso.
Es muy osado decir que este canadiense nacido en Sudáfrica está apagándose. A pesar de sus 34 años recién cumplidos, esta bestia del baloncesto de ataque y vistoso está promediando en 71 partidos 17'3 puntos, 11'2 asistencias y 3'5 rebotes. Números que para sí quisieran el 99% de los bases de la NBA. Todos menos Paul, Kidd y alguno más...
Al igual que disfrutamos del último anillo de Jordan y de sus años en los Wizards con especial intensidad, así tenemos que hacerlo con los dos o tres años como mucho que nos queden del gran Steve. No ingiriendo, sino paladeando, saboreando cada jugada como si de un gran vino se tratara, captando los aromas y apreciando su sabor... Porque dentro de poco lo echaremos de menos y luego lo recordaremos como ahora recordamos a Magic, Jordan, Bird...
Y después siempre nos quedará Chris Paul, que es muy joven...