sábado, 20 de diciembre de 2008

Una semana en el motor de un autobús



No sé si alguna vez os ha pasado que un disco haya impactado tanto en vuestra vida como para daros la vuelta por dentro. A mí me ha sucedido en alguna que otra ocasión. Hoy os hablaré del que es, posiblemente, mi disco favorito. El mejor disco español de las dos últimas décadas(y posiblemente tres): "Una semana en el motor de un autobús" de Los Planetas.

Al borde de la disolución, con problemas personales, con constantes cambios en la banda, con una relación tortuosa con su discográfica. Tras el tropezón artístico y comercial de “Pop” (RCA, 1996), arrastrándose en conciertos infames, llenos de baches derivados de los problemas de drogas entre algunos de los componentes del grupo... o sea, en el peor momento posible.

Como explicarían en las entrevistas, el título se refiere a sus estado anímicos: ¿cómo te sentirías después de estar una semana en el motor de un autobús?, pues así se sentían...

J y Florent siempre se encargaban de recordar que para ellos la banda no era un mero entretenimiento, como para tantos otros compañeros de generación. Que era su propia vida, y que la pasión desmedida que ponían en ella se reflejaba en el resultado final. Para bien y para mal.

El disco comienza de manera brutal con “Segundo premio”. Fue el último tema en ser compuesto y grabado, RCA, que estaba más o menos contenta con el resultado aunque les pareciera un disco incomprensible, consideraba que necesitaban algo más para redondear el álbum, dar con la canción estandarte del mismo. Nunca podrán estar demasiado agradecidos el grupo a esta presión. Con una melodía calcada a “Promesses” del francés Etienne Daho, y una letra de las que parecen al alcance de escribir cualquiera y que sólo consigue J, impresiona desde los primeros segundos por la potencia rítmica que imprime el recién incorporado batería Eric Jiménez (también en Lagartija Nick). La crudeza tanto musical como de la letra, el desamor a flor de piel y la advertencia vengativa final, consiguieronn marcarnos a toda una generación que nos enganchamos definitivamente a esa voz extraña, utilizada casi como un instrumento, a esas guitarras desgarradoras, con tanto sentimiento y esas baterias casi hipnóticas.

No podría, ni posiblemente sabría, analizar el resto del disco canción a canción, tan sólo comentaros que es probablemente el disco mejor hilado que haya escuchado nunca. En él todas las canciones son buenas, todas destacan por algo, pero además de "Segundo Premio", yo me quedo con el tramo final del disco. Sus tres últimos cortes son impresionantes:

“Toxicosmos”: todo un canto al mundo onírico y psicotrópico de las drogas.
“Línea 1”: Un tema tan desnudo como crudo, donde muestran el otro lado de la misma moneda.
Y una de las mejores canciones de la historia, los 9:32 más cortos de la música: “La Copa de Europa”, todo un himno al renacimiento, a la búsqueda interior para superarse uno mismo, para intentar salir del pozo cuando te ves abajo de todo y crees que no puedes lograrlo, cuando escalar cada centímetro se te antoja la competición más dura: La Copa de Europa...

6 comentarios:

Brusli dijo...

En esta tengo que ser yo quien comente.
Los Planetas, esos que odias o amas.
Yo por supuesto, LOS ADORO.

PD: Aunque sus conciertos casi siempre sean una mierda. Pero y si te toca el día bueno??

Anónimo dijo...

Joder, eu, menos en Caldas de Reis, case sempre pillei uns deses días bos en directo dos Planetas... o concerto da Quintana será inesquecible por sempre xamáis...

Este disco, din as malas linguas, enlaza unha letra, coa da canción seguinte, e se as escribes unha tras outra, dáche unha historia coherente, mesmo unha evolución natural.

telémaco24 dijo...

Hombre Chou, sí q leí eso, q contaba una historia de desamor en la q el protagonista caía en el mundo de las drogas y al final lo intentaba superar, pero como no he encontrado confirmación, pues tampoco lo quise poner...

Yo hay varios inolvidables: Benicassim, Quintana, Capitol... Son nos cuantos geniales, de verdad de las 10 veces q los he visto tan solo dos fueron "malas": Caldas y Pontevedra...

Y de todos modos, prefiero un mal concierto de Los Planetas q uno bueno de otros muchos grupos...

poliptoton dijo...

Ayyyyy... Reconozco que, escrito así, casi, casi me convences.
Pero no.

telémaco24 dijo...

No pretendía convencer a nadie, pero bueno, todo el mundo sabe que a ti te gustan Los Planetas en la intimidad, como el catalán de Aznar...

poliptoton dijo...

Me cago en diez, me regalas eso y te recito desde "Sentado esperando a que llames" hasta la última nota subido a un cajón en la Quintana.
Y luego hasta te hago picardías.